En el pleno del pasado jueves, 28 de febrero, resultó aprobada la moción conjunta de los grupos políticos de la oposición de Carreño para iniciar la revisión total del Plan General de Ordenación (PGO) de Carreño. El gobierno del PSOE de Carreño, una vez más (y ya van varias), se queda solo en la defensa de un planeamiento obsoleto, demostrando que son incapaces de ofrecer salidas dialogadas y de consenso a problemas enquistados. En ningún momento han planteado ninguna alternativa diferente a la ya conocida de aprobar el Texto Refundido y “luego ya hablaremos”.
En el pleno del jueves argumentaron, para votar en contra, la inseguridad jurídica que se generaría al iniciar una revisión total del PGO, pero no presentaron ni un solo documento que sustentase esta afirmación. Tiempo tuvieron de hacer propuestas y de presentar informes desde la última vez que el Texto Refundido fue a un pleno en 2017 y resultó rechazado.
SOMOS Carreño-PODEMOS lleva tiempo proponiendo la revisión total del PGO. Para nuestro grupo es un eje central de la acción política en el ayuntamiento y la posibilidad de abrir Carreño a otro modelo de urbanismo y de planificación del territorio. De hecho, en nuestro programa electoral, es una de las propuestas prioritarias en el bloque HACIA UN URBANISMO SOSTENIBLE, CENTRADO EN LAS PERSONAS: El actual Plan General de Ordenación (PGO) está obsoleto, enmarcado en un contexto socioeconómico que no es real y además no responde a las necesidades del concejo. Por eso impulsaremos la redacción de un nuevo Plan General al servicio del interés general y el bien común.
¿Por qué razón la mayor parte de las unidades de actuación de este PGO previstas para Candás están sin desarrollar? ¿Eran viables, eran realistas? ¿Respondían a una necesidad real de vivienda en la villa? Está claro que no respondía tanto a una demanda real de la sociedad como a delirios especulativos. Sólo en Candás y Perlora plantea la construcción de más de 3.600 viviendas. Según datos del SADEI: En 1993 Carreño tenía 11.189 habitantes. En 2019 hay 10.337 habitantes. Cómo se puede justificar el mantenimiento de un PGO que está totalmente desacompasado de las necesidades del concejo.
El territorio no tiene capacidad de acogida para soportar mayores afluencias estacionales, si es eso lo que pretendía el Plan. Las playas de Carreño están saturadas por el verano, el avance de la industria pesada y de los polígonos industriales disminuye la calidad del paisaje y comprometen el posible aumento de zonas con calidad ambiental suficiente para el ocio. El desarrollo de Carreño no puede basarse en dotar de más superficie a la industria pesada y multiplicar la construcción de viviendas.
Hay una frase que se repite constantemente en el planeamiento de desarrollo de este PGO. Concretamente, en las Fichas de Unidades Residenciales y Unidades Industriales. Comenta que el objetivo es el “crecimiento ordenado, equilibrado y acorde con los criterios contemporáneos”. No puede haber una afirmación más falsa, cuando, con lo que lleva aguantando Carreño a sus espaldas, de contaminación y destrucción del paisaje, se pretende aumentar en más de dos millones de m2 la calificación de suelo industrial, de ellos, más de un millón de metros cuadrados construibles para la Gran Industria. ¿Qué hay de los efectos acumulativos de esta planificación? Porque al propio impacto de este PGO, hay que sumarle los impactos de otras acciones pasadas, presentes y futuras.
Sin embargo, no hay reserva ni previsión para desarrollar otro tipo de suelos que puedan albergar otros modelos de actividad económica: no hay sitio para la economía verde, la tecnológica o la agroalimentaria. Porque esos suelos con entornos tan degradados ambientalmente no encajan con las demandas de estos sectores.
En resumen, en principio debería ser suficiente argumento el hecho de que hayan transcurrido 18 años desde el inicio de la redacción de este PGO. Pero es que además, se plantearían cambios sustanciales en dicha revisión, lo que sustentaría ya de por sí la necesidad de la revisión total. A mayores, el actual plan no tiene el consenso político necesario para desarrollar un marco normativo de la trascendencia de un PGO y hay un par de zonas, Perlora y Carrió, donde han tenido que aplicarse las Normas Subsidiarias del año 1996, al no estar aprobado el Texto Refundido debido a la falta de consenso político.
Reseñas en prensa: El Pleno de Carreño aprueba la revisión total del Plan General