Otra vez más lo han vuelto a hacer: el Partido Popular de Carreño ha vuelto a desaprovechar la oportunidad de mostrar que de verdad quieren recuperar el rumbo para nuestro concejo. Al no secundar la moción de censura propuesta por Izquierda Unida se ponen de perfil y le dan el apoyo a Amelia Fernández con su decisión. El PP negó en los presupuestos y volvió a negar en la cuestión de confianza promovida irresponsablemente por la alcaldesa hace un par de semanas, con lo que Amelia perdió la confianza de la mayoría absoluta del pleno. Pero llegado el momento de dar el paso coherente de afrontar el gobierno del concejo en el año que resta hasta las elecciones, el PP no ha tenido ni valentía ni visión política. Ha primado más el tacticismo que las necesidades de Carreño.
Desde el primer momento nuestro grupo municipal SOMOS Carreño-PODEMOS, manifestó que sabríamos estar a la altura ante una moción de censura a Amelia Fernández y que se esperara de nosotros una decisión coherente. No podía ser de otro modo tras las posiciones y argumentos que mantuvimos en el debate de presupuestos y en la posterior cuestión de confianza promovida por la alcaldesa.
Si había moción de censura actuaríamos responsablemente y por ello le dijimos a Izquierda Unida en la primera reunión que tuvimos que, a salvo de la decisión final que habría de ser validada por nuestra asamblea, contase con nuestro apoyo para avanzar. La disposición por nuestra parte fue absoluta, planteando incluso que estábamos de acuerdo en el objetivo de abordar la gestión del ayuntamiento este año de manera conjunta con el PP para darle la estabilidad y empuje necesarios al concejo y a la prestación de los servicios públicos, de la que ahora carecen, tal es la falta de dirección del equipo de Amelia Fernández.
Por nuestra parte estábamos dispuestas a afrontar el proceso de manera abierta, partiendo con una hoja en blanco, sin condicionantes, peticiones ni líneas rojas, abandonando posicionamientos políticos para asegurar una buena gestión de los recursos públicos en el año que queda para el final de legislatura. Esa sería la única prioridad, asegurar la estabilidad, la prestación de los servicios públicos, una gestión racional del gasto y el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la plantilla municipal.
Es incomprensible la irresponsabilidad del PP al hacer que se dilate en un mes la aprobación de los presupuestos. Si no estaban dispuestos a secundar una moción de censura ¿por qué votaron en contra de la cuestión de confianza?