Dentro de nuestro grupo sigue el debate sobre si las cuentas que presenta este año el gobierno de Carreño merecen ser apoyadas.
En primer lugar, por ese motivo, por que es el gobierno quien las presenta sin haber buscado participación para su elaboración. Tras el ejemplo del pasado año, donde se apoyaron unos presupuestos de manera unánime por primera vez, la excusa no puede ser que este presupuesto es de trámite y que no hay margen para las propuestas de los grupos. Margen hay, lo que falta es voluntad. El presupuesto es clónico del del pasado año, un copia y pega sin margen alguno desde el principio para nuestra intervención. Se puede decir que negociación no hubo en absoluto, todo venía ya cocinado.
Nos disgusta sobre todo que no haya habido ni la más mínima posibilidad de acercamiento en pequeñas cuestiones o matices. Había margen para alguna intervención de pequeño calado en el Poeta Antón para la mejora de la eficiencia energética, el retorno del 10 % de la reducción de la subvención para la Banda de Música que esta reclamó ya el año pasado y a la que no se hizo ni caso, el inventario de infraestructuras eléctricas (aplazado desde hace ya tres años) para avanzar hacia una fuente de ingresos como sería la tasa a las eléctricas… hay más detalles, que expondremos en el pleno, pero la sensación que nos queda es de desagrado.
Sin tener el más mínimo detalle ni acercamiento, nos trasladan a negociar el remanente, cuestión esta que nos parece de mal gusto pues no han querido ni hablar de él hasta que no esté firmado el presupuesto. Planteamos tener un acercamiento político al menos sobre las directrices a seguir y el contenido del mismo recibiendo una negativa por respuesta.
Un presupuesto es un conjunto, un conjunto que representa la forma de gestionar económicamente nuestro ayuntamiento. Ya no estamos de acuerdo con la política acordada entre PSOE y el PP para bajar impuestos, necesarios para cumplir con la prestación de los servicios públicos por lo que al menos reclamábamos ser partícipes de una negociación previa del remanente donde se fijasen unos mínimos, pero la cerrazón del gobierno encabezado por la alcaldesa nos pone difícil el apoyo.