LA ALCALDESA DE CARREÑO CONFUNDE EL ÁMBITO PRIVADO CON EL PÚBLICO
En el último pleno del Ayuntamiento de Carreño, hemos comprobado una vez más la confusión existente en el gobierno municipal entre el ámbito privado y el público. La actitud de la alcaldesa de Carreño así lo manifiesta.
El Grupo de Izquierda Xunida presentó dos mociones pidiendo, en la primera, la dimisión de la alcaldesa de Carreño y, en la otra, la reprobación del equipo de gobierno. Ambas referidas a la postura del Grupo Socialista, que gobierna el Ayuntamiento, respecto a la Mancomunidad del Cabu Peñes.
La postura del Grupo SOMOS Carreño fue de respaldo a la reprobación del equipo de gobierno, dado que no cumplen con la responsabilidad, que asumieron como cargos electos, que ostentan sus miembros. Sólo por la irresponsabilidad que supone no haber asistido a las Juntas convocadas, el equipo de gobierno ya merece ser reprobado. Por no dar la cara y ofrecer explicaciones en el lugar que corresponde, las instituciones para las que se le encomendó gobernar, el Ayuntamiento de Carreño y la Mancomunidad del Cabu Peñes. Si el Grupo Socialista no está de acuerdo con algo, debe hacer política y trabajar para cambiarlo, no escurrir el bulto enviando comunicados sin asistir a los plenos. Por este motivo y por no hacer todo lo posible por arreglar la situación, asumiendo la presidencia como corresponde y poniéndose a trabajar desde dentro para solucionar esta gravísima crisis, es por lo que Somos Carreño aprobó la reprobación del equipo de gobierno.
En cuanto la petición de dimisión de la alcaldesa, Somos Carreño optó por intentar reconducir la situación y que la alcaldesa asumiese las responsabilidades a las que su cargo le obliga, en este caso, la presidencia de la Mancomunidad. Con sus habituales malos modos y despotismo, Amelia Fernández rechazó tal posibilidad y, en consecuencia, SOMOS Carreño votó a favor de pedir su dimisión. La mayoría absoluta que cosechó dicha petición no sólo no fue tenida en cuenta por la alcaldesa, sino que la despreció remitiendo a una moción de censura que sabe que no es posible. Será difícil que ante su falta de compromiso logre en el futuro acuerdos que le devuelvan a la alcaldía.
Lo más grave de esta situación es la confusión manifestada por la alcaldesa respecto al ámbito privado y el público, mezclando ambos en función de los intereses ya no de partido, sino de una facción de ellos. Las luchas internas en el PSOE están llevando el caos a la Mancomunidad del Cabu Peñes.
Esta Mancomunidad, que refuerza la colaboración entre los concejos de Carreño y Gozón, se encuentra en una situación de parálisis ante la negativa de Amelia Fernández a asumir la presidencia, como recogen los estatutos, que señalan una presidencia alterna de la misma entre los alcaldes de ambos concejos. Con excusas baratas, la alcaldesa de Carreño escurre el bulto amparándose en el absurdo de que asumir la presidencia de la Mancomunidad es una decisión “personal” y no una obligación inherente al cargo que ostenta. La alcaldesa de Carreño parece creer que puede asumir las responsabilidades del cargo a su gusto, evitando las más complicadas, pero asumiendo sin pestañear todas las que impliquen fotos y promoción personal.
En una nueva vuelta de tuerca a esa confusión entre lo público y lo privado, Amelia Fernández exhibe para respaldar su “personal” decisión de no asumir la presidencia de la Mancomunidad un informe del secretario del Ayuntamiento de Carreño, quitando validez a otro informe en sentido contrario del secretario de la Mancomunidad. La alcaldesa utiliza los recursos municipales a su antojo, como si fuesen de su propiedad. En el ámbito de la Mancomunidad, es el secretario de la misma quien elabora los informes. Pero la alcaldesa de Carreño parece sentir como propios los servicios del personal del ayuntamiento que preside.